En una de las tantas conversaciones que tuve con Shikry Gama hemos hablado sobre la manipulación de los medios de comunicación, incluidas las redes sociales, porque muchas veces sucede que grupos con intereses espúrios tienen el objetivo de manipular la conciencia de las personas, utilizando estos medios para cambiar la opinión publica sobre hechos que moralmente son negativos, como es por ejemplo el caso del suicidio.
Durante las conversaciones que tuvimos, tratamos el caso de un reconocido escritor peruano, que al parecer no era tan admirado en esa época, y que tenía concepciones idealistas sobre la sociedad, y que como desenlace final de su vida se suicidó porque sus ideas no se hicieron realidad.
La gente normalmente no se da cuenta que al homenajear y poner en la atención pública a un escritor que se ha suicidado, no se está solamente reconociendo la aprobación de su obra, sino que también se está sugiriendo e inculcando indirectamente que el suicidio es algo que puede ser positivo.
Los medios están ejerciendo en todo su derecho la libertad de expresión, pero Shikry Gama nos advierte que por responsabilidad social debemos implantar un mecanismo de seguridad que nos alerte sobre lo inconveniente de ciertas prácticas; y que tenemos la obligación de decidir “si es conveniente que esto se propague libremente como una actitud positiva para nuestra población, o no es conveniente”.
Como padres responsables tenemos el libre albedrío de optar por aceptar esa actitud, y con ello inculcar en nuestros hijos que es positiva, o el optar por rechazarla y así enseñarles que no deben incurrir en el mismo acto. Es el derecho y el deber que tienen los padres para con los hijos.
Y así, en esta misma medida, debemos revisar todo lo que se propague en los medios públicos, no como un acto de censura, sino como un ejercicio responsable de nuestra libertad de expresión, porque al hacer ver, por ejemplo, a un criminal en una película como una persona simpática también se está induciendo subconscientemente a aceptar esas prácticas y formas de vida.
Lo mismo pasa con las opciones de sexualidad que se enseñan en las escuelas. Si los padres piensan que lo natural es que existen dos géneros, hombre y mujer, con su respectiva opción heterosexual y que las otras opciones sexuales que se enseñan no son naturales, tienen el derecho de decidir que no es conveniente hacerles propaganda hablando de ello en toda ocasión, película, clase de colegio, etc. Estos padres tienen derecho de enseñar que esto no es lo positivo, sin que esto significa que se trate mal a nadie que ejerce esa opción. Lo mismo sucede para los que tienen ideas opuestas.
Para Shikry Gama, alguien que puede haber tenido en apariencia una obra o vida admirable, si se suicida al final de su vida, le quita los méritos para ser admirado ya que se podría decir que la conclusión de todo su estudio, conocimiento y experiencia de vida, lo llevó al suicido como solución a su problemática.
“No es simplemente un acto final. Son todos los prolegómenos que conducen al acto final. “El suicidio es “un atentado contra una vida que no le pertenece” Es considerado un acto de lesa espiritualidad y es un acto de cobardía ante los problemas de la vida.
El Septrionismo nos hace tomar consciencia que para que alguien, dentro del criterio de las enseñanzas espirituales, tenga una vida ejemplar, tiene que ser ejemplo de comportamiento desde el nacimiento hasta la muerte. El criterio del valor de un ser humano no depende de lo que la gente piense o sienta. Depende de la ejemplaridad de vida que haya dado. El ejemplo que se da con un suicidio es que si fracasas te suicidas. Y si alguien se suicida porque “no quiso vivir esta vida”, es peor todavía.
El problema es que exaltar la imagen, la obra, o la vida de alguien que hace eso, es casi lo mismo que justificar el suicidio. Y los medios de comunicación tienen una fuerte capacidad de estimulación y amoldamiento del comportamiento humano que tiene como resultado la multiplicación de los suicidios de cualquier fracasado, de cualquier frustrado, de cualquiera que tiene un vacío e inconformismo, porque imitan a un ídolo, creyendo que serán tan grandes como él.
Para terminar, Shikry Gama nos deja muy en claro que el hecho de exaltar a un escritor que se suicida “desdice de nuestros valores”.
“No estamos obligados a hacer lo que alguien quiere que hagamos. Nosotros tenemos la libertad y el derecho de ser lo que queramos ser, no por intrusión, ni por manipulación, ni de la prensa, ni de ideales políticos, para hacer lo que ellos quieren que seamos o no. Para eso nos dieron una libertad y el albedrío. Para hacer lo que queremos ser sin dejarnos manipular por nadie”.