En estos días, de confinamiento, tenemos que estar unidos con nuestros semejantes. Pero ¿qué pasa cuando no estamos acostumbrados a estar juntos y tenemos que vivir con personas que no nos simpatizan, o cuyas actitudes incluso rechazamos totalmente?
Es necesario que establezcamos reuniones para dialogar, con sinceridad y resolver los problemas que surgen cada día.
Esta es una oportunidad para dejar de evadirnos y enfrentar los problemas de relaciones que tengamos. No con el objetivo de pelearnos, sino con el de aprender a dialogar y a escucharnos para aprender a ser más tolerantes y así ser más receptivos y dejar de hablar sin escuchar las razones de los demás.
Qué difícil es entrar en razón cuando solos reaccionamos emocionalmente expresando todo lo que nos parece mal sin medir la consecuencia de nuestras palabras.
Paremos un momento. Respiremos, y dejemos que nuestra inteligencia nos permita entender cuál es el punto que queremos analizar. No nos desviemos a otros aspectos del problema.
Pensemos antes de hablar y no nos dejemos llevar por la emotividad ya que si nos dejamos llevar por esa reacción, diremos lo que salga sin medir las consecuencias de aquello que decimos y casi siempre, el objetivo de aquello que decimos, tiene por finalidad herir y juzgar al otro.
Y si alguien nos señala diremos cosas como:
-“¡Pero yo no juzgo…!”
Reflexionemos un momentito… qué estamos haciendo cuando decimos por ejemplo “ah yo soy bien educado, no como tú…” Acaso ahí ¿no estamos juzgando?
Necesitamos entender cómo nuestra reacción emocional está llena de actitudes que van a provocar que los demás reaccionen peor hacia nosotros.
Tomemos consciencia de que estamos siendo agresivos con nuestros comentarios. No necesitamos ser groseros para ser agresivos, por más bonito lo digamos, el contenido puede ser agresivo.
Dejemos de hablar en “general” y seamos más precisos, cuando queremos criticar la actitud de los demás en un dialogo.
El dialogo es una herramienta imprescindible para personas que no están en armonía y que necesitan llegar a acuerdos para mejorar la relación.
Shikry Gama nos enseña que debemos tener “una amorosa intención de armonizar las relaciones con quienes por desinteligencia nos hemos distanciados afectivamente.” Es decir, en primer lugar, no se puede dialogar sin esa amorosa intención. No se puede dialogar estando enojados, dejándonos llevar por nuestras emociones, resentimientos etc. Tenemos que precisar la situación que queremos mejorar y dialogar, desenredarlo como un estudioso.
Hay que dar a cada uno el derecho de expresarse sin ser interrumpido todo el tiempo por el otro y no intervenir para contradecir.
En primer lugar, debemos tener la actitud de interesarnos en las razones que tiene la otra persona en actúar como actúa, aún cuando desaprobamos totalmente su conducta.
Debemos hacer el intento de entender su punto de vista. Teniendo presente que en todo problema siempre hay cuando menos dos culpables y uno de ellos inevitablemente somos nosotros. Luego, después de haber demostrado respeto por lo que dice, recién podremos hacer conocer cual es nuestro punto de vista, nuestro sentir.
Debemos tomar en cuenta que otras personas reacción con respecto a nosotros, y reflexionar sobre cómo estamos involucrados en esto a través de nuestros actos, sentimientos, emociones y deseos.
El diálogo con la intención de establecer acuerdos de mejorías es uno de los deberes fundamentales que tenemos con nuestros semejantes, que tenemos que cumplir si queremos eliminar asperezas y vivir en paz.
Malunma