Notice: La función _load_textdomain_just_in_time ha sido llamada de forma incorrecta. La carga de la traducción para el dominio customify se activó demasiado pronto. Esto suele ser un indicador de que algún código del plugin o tema se ejecuta demasiado pronto. Las traducciones deberían cargarse en la acción init o más tarde. Por favor, ve depuración en WordPress para más información. (Este mensaje fue añadido en la versión 6.7.0). in /home/somsonun/Septrionismo.org/wp-includes/functions.php on line 6114
Disentimientos – Sagrada Orden Mistica Septrionica
Menú Cerrar

Disentimientos

En la búsqueda del conocimiento es imperante aprender de todo lo que la vida nos ofrece y aprovechar de los involuntarios errores que todos cometemos, para que al amparo del ejercicio del Camino de los errores, aprendamos a descubrir como los nuones (yoes negativos) nos convierten en promotores inconscientes de las tribulaciones, conflictos, traumas y complejos que, al decir de Shikry Gama, agobian a la humanidad. 

Sólo aprendiendo a controlar la causalidad (Egocausublimación) aprenderemos a educar nuestro cuerpo y espíritu. Educándonos, lograremos actuar sólo para el éxito y no para el fracaso, sólo para la paz y el amor y no para el resentimiento, el odio y las tribulaciones.

En el libro Meditación Crucial Shikry Gama nos dice que:

La palabra es para las personas, como la semilla para el agricultor. Tiene la particularidad de atesorar todos los elementos germinativos de una semilla, según sea el sentido que le queramos dar, según sea la tonalidad con que la expresemos y según sea el momento crucial en que la utilicemos. Será exactamente igual a la semilla de una determinada planta que, con el correr del tiempo, germinará en la mente, los sentimientos y disentimientos de las personas dando sus frutos inevitables de afecto o repudio. Si la palabra contiene un sentido armonioso, los efectos serán benéficos para la misma persona que la expresa. Si la palabra encierra un matiz de discordia, las consecuencias serán perjudiciales para quien las pronuncie, como para quien las escuche, porque la persona reaccionará con un sentimiento consecuente con la intención y la impresión recibida. 

Un niño estaba viendo trabajar a los adultos de su comunidad y, con esa inocente indiscreción de los niños, quiso intervenir en las acciones de sus mayores. Uno de ellos insensatamente le dijo: no, allí no te quieren. Shikry Gama, aprovechando la oportunidad para enseñar a corregir los errores, le llamó la atención a este hermano, porque no se daba cuenta que su reacción correctiva estaba dando oportunidad para que la cizaña estaba sembrando semillas de resentimiento y de disensión en la conciencia de este niño.

La frase allí no te quieren no significa no puedes estar allí, porque no debes interrumpir el trabajo, sino ellos no te quieren. Aquí se está insinuando que no hay amor para el niño. Que no lo tratan bien, y que es por egoísmo que no permiten que el niño pueda acercarse al trabajo de los otros. Estamos convencidos que en esta reacción emocional, el hermano de marras -sin tener conciencia ni mala intención- actuó impelido por el nuon de la imprudencia. Subliminalmente estaba diciendo que él sí lo quería, insinuando insensatamente que los otros son malos porque no lo quieren.

Estamos seguros que este hermano no pensó en ningún momento en lo que dijo, ni en las consecuencias que a futuro provocaría. Pero lo cierto es que decir esto y todas las otras tantas cosas que irreflexivamente pueden haber sido una constante, crea en el niño una conciencia dividida, porque empezará en él a crecer un resentimiento que lo alejará de sus educadores y ya no tendrá la misma motivación de simpatía y obediencia para dejarse guiar por ellos.

Existen muchas formas de proyectar nuestros resentimientos en los demás. Una cosa es tenerlos, y otra cosa es expresarlos. La expresión no necesita ser explícita para obtener los mismos o peores resultados. Basta distorsionar o exagerar un poquito la realidad para proyectar nuestro resentimiento. La expresión impulsada por resentimientos distorsiona (adrede o no) la realidad, y es insensata e indiscreta y conduce a la cizaña, la calumnia y la difamación.

Shikry Gama siempre nos advierte que cuando escuchamos que alguien dice que los demás son injustos con ellos, pongámonos en alerta roja, y preguntémonos: ¿Es correcta su apreciación? ¿Por qué estará percibiendo las cosas de esa forma, será por resentimiento? Si fuera por amor, ni siquiera lo expresaría. ¿Por qué la necesidad de expresarlo? ¿Qué es lo que pretende obtener con contarme esto? ¿Involucrarme en su problema? ¿Que yo me ensañe con la otra persona? ¿Escuché la opinión de la otra persona?

En realidad, el Septrionismo nos enseña que no existen las verdaderas injusticias. Si sufrimos adversidades es porque nosotros mismos las provocamos. Suponiendo que será cierto lo que dice esta persona, ¿qué habrá hecho para provocar este supuesto maltrato? ¿No habrá sido causante de esto? Siempre tenemos que recordarnos que cuando alguien se queja de otra persona, como en los problemas entre marido y mujer, no hay que creer por lo menos un cincuenta por ciento del que se queja del otro. La otra parte de la verdad la tendrá la otra persona.

¿Por qué necesitamos expresar esto? Porque la impotencia que sentimos de no poder ser la persona admirada que quisiéramos ser, por falta de actitudes positivas, nos hace ser arrastrados por los resentimientos y los odios hacia aquellos que lograron lo que nosotros quisimos. Por eso Shikry Gama nos advierte que todas las formas del resentimiento social son consecuencia del inconformismo porque se sienten incapaces de lograr lo obtenido por otros a base de esfuerzo personal.(Mensaje del ’74)

Shikry Gama, al decirnos que somos lo que hacemos, nos hace tomar conciencia que es muy fácil descubrir cómo somos, y cómo son los demás, con sólo ver lo que hacen. A veces las palabras que expresamos son ajenas a lo que hacemos, porque fingimos tener otras actitudes. Pero otras veces, las palabras, cuando contienen sentimientos positivos o negativos, son el reflejo de lo que somos. Lo que llamamos lapsus o expresiones inconscientes, son en realidad la expresión auténtica de lo que tenemos adentro. Cuando alguien se quiere disculpar diciendo que tal o cual cosa no fue lo que quiso decir, esta disculpa es una expresión falaz, porque está tratando de borrar una metida de pata que por su libre albedrío expresó.

Tratamos de proporcionarle la mejor experiencia en nuestro sitio. Si acepta, asumimos que está contento con nuestras políticas de privacidad.