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La intromisión de las amigas

L. vino de consulta porque estaba en una situación muy difícil. Se había separado de su esposo. Él se quedó con los hijos y ella estaba en la casa de una amiga. Habían tenido una muy buena relación durante mucho tiempo, pero sus actitudes poco a poco se habían vuelto insoportables. Tenía malos hábitos, se había abandonado y solo miraba televisión, su trato era cada vez más agresivo, perdió su trabajo y estaba muy depresivo. Como consecuencia de todo ello, ella se había distanciado e incluso, después de haberse separado, había intentado una relación con otro hombre, pero lejos de mejorar, este hombre le terminó de quitar toda su seguridad. Era tan inestable que a veces estaba decidido en hacer todo para formalizar la relación y repentinamente, sin razón aparente,  cambiaba alejándose de ella porque no estaba seguro de lo que quería. Ella no se sentía lo suficientemente buena, su autoestima empeoró y todo le empezaba a salir mal.

nos dijo que empezó a replantearse su vida y estaba  apoyándose en enseñanzas espirituales,  que le permitieron darse cuenta que todo lo que vivía era una enseñanza y que -según sus palabras- una de ellas era que tenía que aprender a vivir sola ya que eso era muy superior a todo lo que había vivido con su esposo y la segunda pareja. Ella es deportista y decía que también se había dado cuenta que hacer deporte en realidad no era algo positivo para la espiritualidad. Se había malogrado la mano jugando y se preguntaba si eso no era una señal y que no debía seguir practicándolo.

Cuando conversamos un poco más, descubrimos que varias amigas habían influenciado en que decidiera alejarse  de su esposo. Al parecer además habían poco a poco sembrado discordia entrometiendose en asuntos personales, creando cizañas y dudas entre ellos.. Le pregunté sobre las experiencias de las personas a las que le pedía consejo sobre su relación marital y me dijo que todas estaban solteras y divorciadas. Esto me hizo parar la oreja ya que Shikry Gama nos advertía de que en todo momento había que buscar consejo en quienes habían tenido éxito en aquello que se buscaba. Es muy común que las personas que no lograron tener una relación duradera tratan  de sobreponerse buscando la realización en soledad en aquello que de alguna manera pueda llenar sus vacíos. La mayoría, después de un tiempo, ya no pueden soportar los sacrificios que implica una relación duradera y se les hace más difícil  convivir con otros. 

Quién no ha  escuchado la opinión  de que es muy superior y empoderado  el que vive solo frente al que “depende” -según ellos- de otros en una relación. Estas personas, frustradas por su presente, si no han tomado consciencia controlando sus reacciones instintivas, proyectan sus autoengaños en sus amistades, y de manera inconsciente influencian y van minando la relación que tienen los demás.

Con inocentes preguntas y afirmaciones tales como: “¿Así te trata? ¿Le tienes que pedir permiso? ¿No lo puedes hacer solo? El no es para ti. No llega a tu nivel porque tú ganas más, eres más guapa, etc.,” van cuestionando y socavando la relación.

Para no dejarse manipular hay que tener en claro los principios de la amistad y de la relación de pareja.

Shikry Gama nos dice que «Se confunde el grado de amistad con el grado de confianza. Es suficiente que confiemos en un amigo para que el solo estado anímico de confianza rompa las barreras normales del respeto que se debe tener por la persona y la privacidad de su ser.» L. había permitido que las amigas tuvieran demasiada confianza lo que les dio paso libre a meterse entre ellos dos y sembrar cizañas. 

Le hablamos sobre que cuando elegimos pareja, deberíamos aceptarnos con todos los defectos y saber que podemos vivir con eso toda la vida. Reflexionando sobre eso se dio cuenta que el esposo no era una persona perfecta, siempre podía haber alguien viendo sus defectos, pero que en realidad siempre le había aceptado como era, que lo quería mucho y que ellos tuvieron  una muy buena relación por más de 20 años, hasta que interfirieron las amigas y se llenó de dudas. Pero en realidad a ella nunca le había costado sacrificar cosas suyas con tal de ayudar a su esposo. El, por un acontecimiento, empezó a tener temor de viajar en avión, y ella para no dejarlo abandonado se privó de viajar también, hasta que con su ayuda él lo superó. Se dio cuenta que realmente se querían y que nunca iba a dejar de quererlo.

A la luz de esta situación se pudo entender por qué el esposo había cambiado tanto de actitud. Se había deprimido y su carácter se volvió insoportable porque había perdido a su esposa y amiga por influencias externas.

Qué importante son estas enseñanzas de Shikry Gama que pueden evitar tener que experimentar estas adversidades. En primer lugar, debemos evitar seguir consejos o dejarnos influenciar por quienes no son el ejemplo de lo que queremos lograr. Es decir, para los problemas de pareja no se sigue el consejo de quienes no han tenido éxito. Debemos entender que toda persona soltera o divorciada solo puede darnos lo que tiene, no lo que no tiene. Consciente o inconscientemente es inevitable que a la mayoría de personas divorciadas les cause envidia ver a una pareja que vive en armonía. A posteriori, L. reconoció inmediatamente que sus amigas le habían tenido envidia.

Soy testigo de que muchas veces, parejas que estuvieron juntas por años, al tener un problema, las amigas divorciadas eran las primeras en incitar la separación, creando más conflicto y tensión aún. Esto también debe servir a estas personas, para aprender a controlar y callar lo que no debemos hablar para no transferir nuestras frustraciones a los demás.

Debemos tomar conciencia de la enseñanza sobre la amistad para establecer los límites de deberes y derechos, porque de no hacerlo podemos destruir la unión de pareja y la unión familiar, incluso la realización personal.

había perdido todo lo que antes le daba perspectiva y seguridad en su vida. Ahora se cuestionaba incluso el deporte que tanto amaba, porque según algunas tendencias espirituales era malo espiritualmente estar en el ambiente del deporte competitivo. El septrionismo enseña que la paz se encuentra en todas las vocaciones, también en el deporte. No aconsejamos dejar de hacer deporte si esa es la vocación de la persona. Así, nos dice Shikry Gama: «Hay paz en el guerrero que siente el goce en la lucha. Hay paz en el escritor que plasma su pensamiento en letras y líneas. Hay paz en el médico que combate la enfermedad logrando vencerla. Hay paz en el músico cuando experimenta la realización de su arte. Como hay paz en toda en todas y cada una de las actitudes que llegan a culminar nuestras aspiraciones.»

Sí diferencia la paz psíquica de la paz espiritual. La primera se refiere a la satisfacción de nuestras pasiones, inclinaciones, vocación o deberes, mientras la paz espiritual sólo se logra «trascendiendo a todas las sensaciones placenteras de la vida entregándonos en alma y corazón al servicio de la humanidad y de Lo Dios.»

Si hemos escogido el camino de la familia no tendremos paz si no logramos cumplir satisfactoriamente nuestra misión como parejas y padres. Si queremos servir a Dios teniendo familia, Shikry Gama nos dice que esto requiere de una «voluntad capaz de conciliar los deberes sociales con las aspiraciones espirituales.»

Entonces le aconsejamos a nuestra amiga L. retomar su vida en lugar de apartarse de ella, para reparar las relaciones en la medida de lo posible. Y esperamos que esta experiencia les sirva de advertencia para saber a quiénes debemos escuchar cuando queremos resolver los problemas de la relación de pareja, además de aprender a mantener la barrera del respeto con las amistades para que no intervengan y alteren aquello que no les incumbe.

La intromisión, dice Shikry Gama, implica el atropello de los derechos del otro.

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