- 6 de Abril
- 12Hs (Perú)
- Transmisión por Zoom
«[..] El Septrionismo cree en un Cristo vivo espiritualmente con quien cualquiera de sus creyentes puede acceder a la comunicación en el presente y encontrar en él respuestas de este siglo y soluciones de este momento. Esa es la gran diferencia, porque el único camino del cristianismo tradicional es que te remites a la Biblia con todos los riesgos de las malas traducciones, de las deformaciones y de todo que se le atribuye que no siempre lo dijo.
Nosotros en el Septrionismo enseñamos a que Jesús existe como un espíritu de Dios que está al alcance de todo el que lo busque, de todo el que lo llame; pero claro está, siempre y cuando se prepare para tener los méritos de ser atendido.
Estos méritos de ser atendido no implica ser un teólogo cristiano ni conocer toda la Biblia y milagros de Jesús, basta tener alguna virtud. Y para tener la virtud que admira Jesús, basta saber amar a nuestro prójimo. Nada más. Si sabes amar a tu prójimo, Jesús viene. Pero aquí viene el detalle, el amor al que se refería Jesús y al que Jesús ama es un amor que no da cabida ni al resentimiento ni al odio en el corazón. Cuando seamos capaces de no permitir ni el resentimiento ni el odio en nuestro corazón es cuando recién estamos en el nivel del amor que la vida de Jesús significa.
[…]
Jesús sólo ama y no sabe odiar, ahí está la gran diferencia. No tiene cabida en su corazón el odio y todo aquél que realmente quiera sentir a Jesús, el que quiera tener comunión con Jesús, lo primero que tiene que aprender es eliminar el odio y el resentimiento de su ser, porque si tiene alguna faceta de resentimientos o de odios, ahí no hay amor cristiano.
Ésta es una de las características básicas, y basta con eso, si sólo tienes eso y realmente lo incorporas a tu vida, si vives con él, convives con él y permanentemente; antes de tomar una decisión dialogas mentalmente con él, antes de tener un placer discutes con él, antes de hacer cualquier cosa en tu vida conversas, y lo tienes como tu conciencia; si llegas a esa afinidad espiritual con él, cuando menos te des cuenta, lo estás viendo y lo estás escuchando.»
Shikry Gama