Nuestra búsqueda de lo universal, de la naturaleza del cosmos y de las cualidades de lo Dios no tiene otra finalidad que encontrar respuestas a las incógnitas y necesidades del ser. Todo el conjunto de ideas que descubrimos en la naturaleza no tiene otro fin que enseñarnos a conocernos a nosotros mismos, tanto en nuestra relación con el mundo exterior como en el interior de nuestra instintividad.