Pedimos Luz para que todas las mujeres del mundo podamos encontrar el equilibrio y la equidad con los hombres, para que el uno sea el complemento del otro. Para que descubramos cómo ejercer de la mejor manera nuestros derechos y cumplir de manera más responsable cada rol que ejercemos, como hijas, amigas, madres, trabajadoras, vecinas. Para que lo que hagamos sea siempre con el objetivo del bienestar y la armonía de todos, de la pareja, de la familia, de la sociedad y de todo lo que hagamos.
El término medio y la equidad
Todo en extremo es negativo, por eso proponemos la busqueda del término medio en nuestros actos. En este sentido, tanto el machismo como el feminismo, el matriarcado como el patriarcado, son actitudes extremas que no conducen al equilibrio y la equidad entre el hombre y la mujer.
Si queremos lograr eso, debemos buscar la medianidad de nuestras acciones, es decir, trascender de la lucha de poder entre hombres y mujeres. ¿Cómo se hace eso? Descubrir nuestra feminidad en lugar de buscar el feminismo. Y para los hombres, se trata de descubrir su masculinidad. Esto es algo natural que ya lo traemos antes de encarnar en cuerpo masculino o feminino. Es una característica de nuestros espíritus, que pueden ser masculinos o femininos. No se trata de la genitalidad, sino de la personalidad feminina o masculina que trae el espíritu.
La diarquía familiar
Para lograr el equilibrio entre hombre y mujer en la familia proponemos la diarquía familiar. Es decir, una autoridad compartida (diarquía) del hombre y la mujer en la familia permite equilibrar las necesidades y derechos del hombre y la mujer. Toda relación está basado en acuerdos de distribución de derechos y deberes. Eso es lo que hay que lograr en pareja, por medio del diálogo y la comunicación.
¡Feliz día de la Mujer!