El servicio a nuestros semejantes es para los septriónicos el principio y el fin de nuestra meta, porque a través del hombre llegaremos a Lo Dios. Porque en el hombre está condensado todo cuanto la sabiduría divina constituyó en la vida y es por el conocimiento del hombre que confiamos llegar a las raíces mismas de la sabiduría divina.
Por eso decimos que el hombre es principio y fin de nuestras metas, porque sin él no podemos conocernos, ni conocer a Lo Dios, y sin él no podemos llegar a Dios, porque él es la puerta que nos conduce al reino del Padre..
Meditemos hermanos; porque observo y siento esa vocación de muchos hermanos que quieren ser servidores, que quieren prodigarse en ayuda de sus semejantes, pero que muchas veces confunden el servicio con una intervención que les facilite las cosas, antes que capacitarlos para resolver los problemas por si mismos.
Meditemos, porque necesitamos conocer profundamente la realidad y el origen de nuestros problemas antes de querer diagnosticar la receta de cómo curar, cómo remediar nuestros males.
Meditemos, porque somos nosotros mismos quienes necesitamos diagnosticarnos cómo superar nuestros problemas. Nosotros mismos necesitamos ser ejemplo de aquello que queremos ofrecer, porque sólo podremos dar lo que tenemos, y sólo tendremos aquello que encontremos a través de la meditación, por la iluminación del Padre.
Shikry Gama