El año 2020 trajo consigo mismo el estupor de la pandemia del coronavirus que puso en “jaque” y cuarentena al mundo entero en su profunda reflexión de por qué tenemos que vivir lo vivido.
Invasión de mensajes, noticias, advertencias, privaciones, medicinas, muertes, aislamiento social y un sinfín de cuidados para protegernos de aquello que también es la Voluntad de lo Dios a través de la custodia y del arbitraje del Lama de la Salud.
El Hermano Claudio, Shikry Gama, allá por el año 1998, elucidó sobre las alteraciones que los humanos solemos profesar cuando debemos transitar estos tiempos difíciles que algún día todos viviremos y que a pesar de no ser directamente corresponsables en el origen que lo causó, tampoco escaparemos de esta concausalidad.
Por tal motivo, Shikry Gama nos dice que “existen tiempos difíciles en la existencia de todo ser humano, de toda familia y de toda nación. Tiempos en los que ni Dios mismo suele ayudarnos. Tiempos en que las dificultades y adversidades se precipitan sobre los pueblos, alterándose las condiciones de vida del ser humano, por la incertidumbre e inestabilidad de las perspectivas de su presente y futuro. Los tiempos difíciles son como las tormentas que perturban el orden y la armonía de la naturaleza”. (Ítem 1)
Sin embargo, asevera que “los tiempos difíciles son también tiempos de regeneración, de transformación y de renovación de las posibilidades, por ello, toda adversidad suele contener los errores que no debemos volver a cometer”. (Ítem 3.1)
A mi entender, esta es la respuesta que da el Septrionismo para estas y otras vicisitudes afines, donde de vez en cuando, la rueda de la vida –intempestivamente- nos columpia y se nos hace prioritario acobijarnos en estas enseñanzas del Venerable Shikry Gama para saber entenderlas, transitarlas y superarlas; cuidándonos a nosotros y a toda nuestra familia parental y espiritual.
Concienzudamente, son estos tiempos difíciles, en donde buscaremos a quienes más necesitamos, admiramos, fraternizamos, recordamos e invocamos espiritualmente porque en nuestras existencias tu excelso magisterio y tu eterno servicio misional son las huellas perennes para nuestra hermandad septriónica.
Por estas y por muchísimas más sapiencias, Hermano Claudio, experimentamos que siempre estás omnipresente con tus hermanas y con tus hermanos septriónicos, toda vez, que pidamos Tu ayuda y Tu mediación para con nuestros Amados Guías Espirituales.
Querido Hermano Claudio que bella y sublime haz expresado tu poéticapara exhortarnos y entendamos que “en tiempos difíciles debemos transitar por la vida con manos aladas y pies de plomo”. (Ítem 4.2.1)
Y los septriónicos, así lo haremos.
Malunma, H. Alejandro Moretti
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1 Colección Elucidario 45 Tiempos Difíciles. Lorenia, 13/6/1998.