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Amor

1.- Amor, es la palabra que encierra los más grandes misterios de la existencia y de la creación. Tratar de darle una definición universal es como pretender convertir toda la naturaleza existente en una sola célula orgánica, o como intentar reducir a una sola expresión todos los sentimientos del ser humano. 1.1.- Amor, es lo que sienten los amantes. Es amor lo que vincula a los padres con los hijos. Amor es eso mismo que identifica a los hermanos y a los amigos. Es el amor lo que impulsa al maestro a enseñar a sus alumnos. Amor es lo que hace  que un médico luche por salvar la vida de un moribundo. Amor es lo que hace renunciar de sí mismo a los amantes para entregarse al ser querido. 1.2.- Trabajamos y luchamos contra la adversidad por amor a la vida y al progreso. Es amor a  los bienes materiales lo que siente el codicioso y el avaro. Es el amor a su patria lo que impulsa al sacrificio a los héroes. Es el amor cívico lo que lleva a los hombres a trabajar por el bien de las mayorías. La solidaridad, el altruismo y la caridad son la expresión de nuestro amor al prójimo. 1.3.- La emulación es el amor a la superación de los valores, como la envidia es el amor a lo ajeno. La gula es el amor a las comilonas como la moderación es el amor a la templanza. 1.4.- La continencia es el amor por la abstinencia sexual, como la lujuria es el amor desenfrenado y obsceno por los deleites sexuales. Es amor espiritual lo que mueve el alma del misionero para dar de sí, sin esperar retribución por sus acciones. 1.5.- Amor es lo que sienten las gentes de bien por sus semejantes, como amor es lo que sienten las gentes de mal por los suyos. Es amor a la justicia lo que impele al humano de principios a censurar y castigar a quienes atenten  contra los sagrados derechos del hombre; como también es amor, esa inconsciente fuerza que obnubila el raciocinio ético-jurídico de quien humanamente defiende y se solidariza con el delincuente oponiéndose a la Ley Moral y Jurídica. 1.6.- Amor es lo que nos impulsa a agredir a quien justificada o injustificadamente hostiga a nuestros seres queridos. 1.7.- La diligencia es el amor al trabajo, como la pereza es el amor a la ociosidad. 1.8.- Amor es lo que nos impele matar en defensa de nuestra propia vida, como es amor lo que nos lleva a la muerte por defender a nuestros semejantes. 1.9.- Amor a la especie, a la familia y a la existencia es lo que nos lleva a procrear, como también es amor compulsivo -presentido por los temores de una existencia adversa- lo que impulsa a las personas a recurrir a la anticoncepción y al aborto. 1.10.- Amor es lo que impulsa a los hombres en sus respectivas vocaciones para transformar la naturaleza en bien de sus semejantes, como es amor al poder y a la tiranía, lo que hace que los hombres impidan el bienestar y el progreso de sus coterráneos. 1.11.- La soberbia, el orgullo y la vanidad son amor de sí mismos; como también es el amor a las virtudes lo que nos dignifica, y el amor a lo prohibido lo que nos vuelve indignos. 1.12.- Es el sublime amor lo que nos hace fieles y dignos, como es también el vil amor lo que nos convierte en infieles y traidores al ideal ético  respectivo. 1.13.- El amor… el amor… el amor… es  todo lo que nos rodea, es todo lo que somos. Es el bien y es el mal. Es la creación misma… ES LO DIOS. 2.- Vemos que efectivamente el amor es todo lo que brota desde lo más profundo de nuestra naturaleza, seamos buenos o malos, actuemos bien o mal; como también son manifestaciones de amor en sus distintos grados, todas aquellas sensaciones que convergen desde el exterior hasta nuestra intimidad, en una operancia de reciprocidad funcional de la dualidad y la oponencia de las normas de la lógica y de la ética, en cualquiera de las apreciaciones culturales que hagamos. 3.- Pero, ¿esto nos dice realmente qué es el amor?… o tan sólo nos da referencias de cómo ese amor se manifiesta en la diversidad de nuestra  mentalidad pluralista y en el ordenamiento de la naturaleza en general? 3.1.- El amor es una potencia que gobierna hasta contra nuestra propia voluntad y aún contra los principios de la ética, a pesar de que ésta no haya tenido más finalidad que la de tratar de controlar y encausar esa misteriosa energía que nos lleva tanto a la felicidad como a la desdicha, a la perfección como a la imperfección y lógicamente tanto al bien como al mal. 3.2.- No cabe dudas que el amor es una potencia que gobierna los universos; pero con saber que es una potencia no respondemos a todas nuestras interrogantes. Es necesario entonces, hacer un análisis más profundo de la naturaleza del amor, para conocer qué es realmente el amor, y con ese nuevo criterio evaluar la naturaleza de lo Dios y definir si Ello ama o no al ser humano y a su creación. 3.2.1.- Ciertamente es incomprensible que se afirme que Lo Dios ama todos seres humanos, cuando en cada minuto estamos observando que mientras a unos les da quebrantos y sufrimientos, a otros los llena de felicidad y alegrías. 4.- ¿Qué es entonces el amor? Primero que nada es indispensable que definamos con claridad la progresión diversificada de nuestro análisis, para obtener un criterio general, real y veraz de cómo esta sublime fuerza se manifiesta en todas las gamas de la naturaleza existente. 4.1.- En los ítem precedentes hemos descrito las contradictorias manifestaciones de cada una de las posturas amorosas del ser humano, motivadas y estimuladas en correspondencia funcional con las distintas circunstancias de las relaciones humanas. 4.2.- Si razonamos con detenimiento sobre esta fenomenología concluiremos en que: “todo lo que nuestra sensorialidad[1] percibe, existe y es; y todo lo que existe y es, contiene  mecanicismos”. 4.3.- He aquí que, cuando derivamos nuestro razonamiento a la búsqueda de los mecanismos que originan al amor, estamos desplazándonos del “proceso funcional” al “proceso constitucional” de su   mecanicismo. 5.- Ciertamente es difícil que el poeta, el literato o el músico compatibilicen sus apreciaciones con las del científico, sea éste físico, químico o bioquímico. Pero también es muy cierto que la diferencia de interpretaciones que cada uno de ellos tenga de la naturaleza que observe, en nada alterará la realidad constitucional y funcional de aquello que es motivo de su abstracción. Por eso es de imperiosa necesidad  que el poeta, el literato, el músico y los artistas escuchen y comprendan aquello que el científico observa, encuentra y comprueba en la mecanicidad del amor. 6.- El amor, en todas sus formas expresivas, presenta una oponente interacción entre las  simpatías y las antipatías. 6.1.- Todo ser humano siente amistad por aquellos seres que experimentan gustos, ideales y costumbres de vida semejantes, y es lógico que de haber una circunstancia propicia, brotará entre ellos una mutua  simpatía que despertará toda clase de expresiones afectivas, pero subrepticiamente y simultáneamente, por la dualidad de los sentimientos, se preestablecerá una sensación paralela de aversión o antipatía por todo aquello que no concuerde con los sentimientos afectivos. 6.2.- La simpatía es el fenómeno en virtud del cual un ser experimenta las sensaciones sentidas por otro ser. También sucede este fenómeno por polirenancia[2]   energética. 6.3.- El reír, el bostezar y otros actos son causas de simpatía fisiológica. Son -asimismo- simpatía psicológica, necesariamente acompañada de toma de conciencia, cuando se crea entre dos o más individuos disposiciones afectivas análogas, como en los casos en que se comunican el miedo, la alegría, la pena, la indignación, etc. 6.4.- Todo ser viviente es susceptible de simpatías. Los perros -por ejemplo- simpatizan con los amigos de sus amos, pero antipatizan y se enfurecen con los que no son amigos de su amo. 6.4.1.- El perro sabe  asimismo, cuándo una persona es amiga de los animales y cuándo no. Tiene la capacidad de experimentar sensaciones de amistad o enemistad según sea la intención psíquica de la persona.  Citamos aquí al perro, pero por experiencia sabemos que todo animal es susceptible de las reacciones de simpatías y/o antipatías. 6.4.2.- ¿Y acaso estas reacciones no son comparables con el amor de los seres humanos? ¿Acaso el perro que ama a su amo no reacciona como lo haría cualquier humano ante un hipócrita que finge amistad con alguno de sus  seres queridos?.. 6.5.- En el reino vegetal también se manifiestan los  mecanismos de la simpatía y antipatía. No todas las personas pueden ser jardineros, porque hay quienes tienen “mala mano” y matan toda planta que tocan. Es más, el aojar -mal de ojos- es consecuencia de la antipatía que no sólo puede dañar a una planta, sino también a cualquier animal herbívoro. 6.6.- También son manifestaciones de simpatía y antipatía las Nastias, que son los movimientos reflejos que manifiestan algunas plantas sin que exista una relación directa entre la dirección del estímulo y la del movimiento, como es el caso de la Mimosa o la Sensitiva, que cierra sus hojas al menor contacto con cuerpos contrarios a los que ella necesita. 6.7.- Estos mecanismos de simpatía instintiva se observan también en las relaciones celulares. Así como existe una compatibilidad entre las células que conforman los tejidos orgánicos, existe también incompatibilidad  entre las células extrañas a la estructura del tejido. Tal como sucede cuando un microbio o un virus se introduce en un cuerpo, éste automáticamente reaccionará desplazando “anticuerpos” que rechazarán al antipático invasor que pretende perturbar la armonía orgánica. 6.7.1.- Estas reacciones micro-orgánicas no son acaso, comparativamente, similares a las que realiza el ser humano cuando pelea y mata a sus enemigos por defender a su patria, por amor a los suyos?… 7.- La biónica[3] ha demostrado que las células tienen funciones de simpatía y/o antipatía, que de múltiples maneras desencadenan reacciones similares a la del amor. 7.1.- Las gónadas liberan una explosión hormonal que induce al enamoramiento ofuscando el discernimiento y reclamando la copulación sexual del macho con la hembra, sin llegar a ser el verdadero amor que une a las parejas. 7.2.- Pero ¿cómo están constituidas y cómo funcionan los sistemas hormonales? ¿Cómo es que las estructuras biológicas pueden manifestar igualdad de sensaciones que los organismos estructurados? ¿Qué es lo que hay de común entre una simple célula y toda un compleja estructura orgánico funcional? ¿Cuál es el mecanismo básico de los reflejos sensoriales en uno y otro grado de vida? 7.2.1.- Para una mentalidad medianamente culta, será inevitable recordar la estructura cromosomática de la célula y más aún, la conformación de cada cromosoma, llegando por fin a la realidad primaria de que: toda unidad biológica está constituida  por átomos. 7.2.2.- Nuestra acuciante deseo de descubrir los secretos del amor nos revelará que en el átomo se manifiestan, asimismo, fenómenos  electromagnéticas, gracias a que están conformados por protones, neutrones, electrones, positrones, mesotrones, cromotrones y distroatrones.[4] 7.3.- Hagamos un alto a este vertiginoso análisis y detengámonos ante esta reveladora realidad. Y es que, hemos encontrado que el común denominador de todo este complejo proceso comparativo de las expresiones del amor y su mecanicidad, son las características de simpatía-antipatía en lo funcional, o dicho de otra manera, como la atracción y la repulsión electromagnética de sus elementos constitutivos. 7.4.- Si relacionamos la concausalidad[5] entre las causas del amor en el hombre y las que operan en todas las formas vivientes, descubriremos una sola realidad manifestada en multitud de formas. Y es que todo, absolutamente todo está regido por la dualidad electro-magnética que contienen todas las estructuras vivientes de la naturaleza de los mundos. 7.5.- Esa dualidad permanente que tan pronto atrae a los opuestos, como también rechaza -por inductancia- a los semejantes, a uno u otro vector existente, es en consecuencia el amor en el contexto de la realidad biónica de su oponencia[6]  energética. 7.6.- Funcionalmente es una gama de sensaciones o sentimientos exteriorizados por mecanismos psicológicos de simpatía-antipatía entre dos o más seres que están en comunidad de inclinaciones, de sentimientos, de ideas, de idearios o de ideales. 7.7.- Constitucionalmente es la permanente operancia de las fuerzas electro-magnéticas, que infunden desde lo íntimo de la naturaleza del átomo, las relaciones de atracción y repulsión magnética de los mecanismos bioquímicos, manifestados pluralizadamente en las dimensiones biológicas y psicosomáticas. 8.- Así, tenemos que entre las simpatías biológicas que determinan el sentimiento amoroso entre los humanos están: el color y el olor de la piel, el color de los ojos, de los cabellos, los rasgos faciales; los tonos de la voz, la estatura, la conformación física del cuerpo etc., etc. 8.1.- Entre las simpatías psicológicas están los gustos, las inclinaciones vocacionales, la comunión de ideas y de costumbres, la forma de vestir y  hasta los colores de los vestidos, y, lógicamente, también las conveniencias sociales, la estabilidad laboral y económica del candidato. 8.2.- Estas son algunas de las causas sinérgicas tanto biológicas, como psicológicas que despiertan el amor entre los seres humanos y que unidas a las de origen cultural como son las similitudes ideológico-políticas,  religiosas o artísticas, abarcan la totalidad de los estímulos externos, quedando tan sólo los internos que son propios de la personalidad. 9.- Hasta aquí, creemos haber esbozado la idea de lo que es el amor entre los seres humanos. Ahora bien, ¿puede Dios amar al ser humano y a su creación?… ¿es posible que Dios ame? 9.1.- Nuestra concepción de lo que es Lo Dios, difiere substancialmente de las creencias tradicionales. Lo Dios para nosotros no es un Ser. No es una entidad semejante al humano ni en su forma, ni en los valores que se le atribuyen en las religiones y filosofías. 9.2.- Lo Dios para nosotros es un conjunto de energías que en el principio de la existencia se conformaron en una Inteligencia que auto impulsaba “un  principio sin fin”, y auto controlaba “un fin sin principio”. A esta potencia funcional denominamos EON DE INTELIGENCIA ETERNA, cuyo impulso inicial y permanente fue la de crear las formas existentes en todos los mundos, utilizando la esencia energética de su propia constitución, desdoblándose en  mecanicismos en diferentes dimensiones  funcionales, pero de semejante causalidad constitutiva. 9.3.- “Todo lo que se manifiesta funcionalmente, es y contiene. Todo lo que es y contiene, está conformado por mecanismos. Luego todo lo que se manifiesta funcionalmente tiene mecanicidad constitutiva”. La existencia de Eón de Inteligencia Eterna se revela al entendimiento humano en el dualismo “constitutivo” y “funcional” de su naturaleza. 9.4.- Esta apreciación dual permite admitir tanto el materialismo científico, como el espiritualismo psicológico; es decir, aceptamos la tendencia religiosa como la realidad “funcional” de la naturaleza de Eón, así como admitimos a la tendencia materialista cientificista como la oponente realidad “constitutiva” de Eón (Lo Dios). 10.- En consecuencia, encontramos en esta doble realidad de Lo Dios (Eón), el mismo común denominador  que verificamos entre el amor psicológico y la mecanicidad electro-magnética de la simpatía de los elementos conformantes de la naturaleza. 10.1.- La única diferencia esencial es que, la cualidad electro-magnética de la materia terrestre es parte integrante, semejante y concordante con la esencia causal de Eón de Inteligencia Eterna. Esta esencia primaria común y consecuente funciona con la misma dinámica de atracción y repulsión, sólo que su naturaleza es septiónica[7] y no triónica[8]. 10.2.- Comprobamos entonces que, de la inmanente esencia constitucional de Lo Dios (Eón), dimana la funcional acción amorosa de simpatía  y la coherencia de los elementos oponentes  simples y compuestos en una operante, equilibrada e integral creación universal. 11.- Dicho en otras palabras: siendo las fuerzas duales de atracción-repulsión o de simpatía-antipatía (en sus distintas dimensiones funcionales) el común denominador entre el sentimiento amoroso que experimentamos los humanos, y la inmanente fuerza de cohesión de la esencia de Lo Dios (Eón), podemos deducir sin temor a equivocaciones que Lo Dios (Eón) ama a su Creación y al ser humano, pero haciendo  precisión ética, de que ese amor genético-universal de Eón (Lo Dios) no es igual al experimentado por el ser humano, por cuanto jamás se parcializará por las impresiones psicológicas que obnubilan al ser humano. 12.- Es necesario precisar que, Eón de Inteligencia Eterna es una naturaleza en permanente evolución creativa, que se desarrolla con mecanicismos de  construcción y destrucción[9] (atracción y repulsión de sus principios, por reabsorción de sus mismos elementos) de su naturaleza, se condiciona a la permanencia constitutiva de su esencia, aún cuando la diversidad de sus funciones sean mutantes, de tal manera que su Creación constante es producto de la superioridad de la fuerza constructora sobre la destructora, es decir, de la atracción sobre la repulsión, y lógicamente del amor sobre el odio. 13.- Dios ama -entonces- a toda su creación, porque está presente en todo. Ama lo positivo y lo negativo porque es parte esencial de su propia existencia. Ama al bueno y al malo, porque en cada uno de ellos vibra su    esencia. Ama al que ríe como al que sufre, porque en esa forma refleja su mecanicidad dual. Ama a la construcción como a la destrucción porque en ese infinito ciclo de transformaciones se sustenta la eternidad de su existencia creativa. Dios ama todo lo que existe. El amor está presente en toda la existencia. Dios es amor y el amor es Lo Dios mismo. [1] Sensorio común. [2] Septrionismo: Fenómeno causal de reflexión de fluidos bio – energéticos. [3] Biología, término que no deriva de la fusión de biología y electrónica, sino que tiene su origen en una palabra griega que significa unidad viviente, precisamente porque el tema de estudio de la B. es el funcionamiento de un organismo en conjunto, más que en sus particularidades anatómicas. (Enciclopedia DANAE/ De la Ciencia y de la técnica) [4] Constitución del Átomo, según el Septrionismo. [5] Cosa que, juntamente con otra, es causa de algún efecto. [6] Septrionismo, Ley de Oponencia: “Toda incidencia de fuerzas complementarias en un punto de choque energético funcional, genera una tercera de naturaleza dual, que se expande en mutua atracción y repulsión hasta un nuevo punto de choque probatorio”. [7] Dimensión energética, cuyas frecuencias moleculares viajan a igual velocidad que la luz. [8] Dimensión energética, cuyas frecuencias moleculares viajan a menor velocidad que la luz. Electricidad, magnetismo y energía atómica. [9] Ley de transformación constante. O también por mecanismos reflejos celulares.

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