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Los impulsos autodestructivos

Shikry Gama nos dice lo siguiente:

“1.- La vida se ha simbolizado siempre como esa rueda eterna que gira y gira arrastrando todo cuanto vibra en la interminable secuencia de la transformación constante. Los hombres estamos no solamente en ese simbolismo de la rueda eterna, sino que esa rueda gira en todos los ángulos, haciendo que, a veces, su impulso convierta a los hombres en las fichas que giran dentro de una ruleta, sin saber exactamente qué nos depara el mañana, y sin tener consciencia de que si aquello que estuvimos viviendo constituye realmente el control de la causalidad que nos garantizará un mañana de seguridad, de paz y de prosperidad.

2.- Los hombres estamos sometidos a las fuerzas de la transformación constante; y estamos expuestos permanentemente a los avatares que la voluntad Divina puede determinar sobre nuestra propia existencia. Y cada vez que observamos la problemática de los hombres, cada vez que analizamos las causas, tanto del éxito como del fracaso, de la alegría como del sufrimiento de los hombres, no podemos evitar asombrarnos al contemplar la complejidad de la naturaleza humana como manifestación misteriosa de los designios del Padre.

3.- En estos años, escuchando las consultas, observando la conducta de conocidos y desconocidos, comprobamos constantemente cómo esos designios inescrutables de la voluntad Divina pueden inducir a los hombres a actitudes contradictorias. Y es que permanentemente en la naturaleza humana se reflejan las potencias de Eón. Y los hombres, ora somos constructivos y ora destructivos en nuestras acciones. A veces, la luz de la inspiración nos impulsa a grandes hazañas, y otras veces nos convertimos en destructores y autodestructores!” 

Estamos sometidos a estas fuerzas duales que son parte de la manifestación divina, en un dualismo “constitutivo” y “funcional” de su naturaleza. No creemos que Dios es sólo lo constructivo, sino que también se manifiesta en lo destructivo, y creemos que tenemos el deber de detectarlo para poder transformar lo destructivo en algo constructivo para nosotros y nuestros seres queridos.

Nadie está libre de caer en la noluntad y la autodestrucción que nos induce a destruir nuestras propias vidas. La noluntad, según Shikry Gama, “se nutre de todas las frustraciones de las privaciones”. Si bien es cierto que se opone la voluntad, no significa que no se desea algo, sino que “Es un mecanismo de defensa que se constituye en centros neuro-funcionales de bloqueo que subyacen en el inconsciente, como consecuencia de los “complejos reprimidos” de la infancia o de la adolescencia, que, al recordarse, la angustia y el temor de volver a vivir lo vivido desencadenan impulsos bloqueadores del subconsciente, que inhiben y provocan el aislamiento de la potencia volitiva, frustrando la realización de aquello que se desea.”

La autodestrucción suicida

El suicidio para el Septrionismo es un acto destructivo que tiene consecuencias negativas para nuestra vida espiritual en los planos gravitacionales de evolución en nuestra vida después de la muerte. 

Si bien es cierto que hablamos en otro comentario sobre el suicidio, es bueno tomar consciencia que hay diferentes actos que pueden no parecer suicidio a primera vista, sin embargo, según Shikry Gama, sí lo son.

Uno de ellas es, por ejemplo, alguien que muere por transportar droga en el cuerpo, un “burrier”. Podríamos decir que la muerte no sucede por voluntad del sujeto sino por un accidente. 

Shikry Gama nos aclara que en realidad no es así, porque al hacer lo que hacen ya “hay una voluntad autodestructiva implícita”. “La decisión (de morir) ya está tomada”. Si bien el peligro de muerte ya no depende de uno, sino de la “providencia”, igual uno ya decidió hacerlo. Nadie nos obliga a hacerlo. En este caso sucede debido a la codicia por el dinero.

Existen diferentes actitudes autodestructivas que pueden inducir al suicidio. 

Quizas hay actitudes autoestructivos que no llegan a ser un suicidio pero que sí nos inducen a morir prematuramente. Me acuerdo que el Hermano E. le preguntó a Shikry Gama qué le parecía si practicaba el parapente. La respuesta fue contundente: “¿Quieres morir?”. Esto también lo podemos relacionar de alguna manera con lo anterior. 

Aparentemente no hay una voluntad suicida, pero Shikry Gama nos hace tomar en cuenta que al hacer actividades que implican peligro de muerte, una de las probabilidades de la causalidad es la de morir. Esto es el caso del parapente, de escalar, de hacerse caer de alturas con una cuerda, de caminar sin protección a grandes alturas sobre un cordel, etc. etc.

Incluso, en alguna oportunidad le escuchamos decir que el que elige manejar una moto, implica que ya aceptó el hecho de morir en un accidente. Esto quizás no se puede tomar como una voluntad tan autodestructiva como las anteriores, pero es algo que por nuestra propia voluntad sí puede adelantar nuestra muerte natural. Es por eso que para evitar que un hermano muy cercano muriera accidentado, Shikry Gama le avisó que si seguía andando en moto iba a morir en un accidente.

Cuando hablábamos con Shikry Gama sobre el hecho que hay cada vez más personas que mueren por este tipo de situaciones, incluso jóvenes que viajan a países lejanos, y que mueren allí por accidentes, por caminatas imprudentes, y por muy diversas situaciones, nos dijo que en estos tiempos los seres humanos tienen tantos vacíos y confusiones que estos seres instintivamente se están autoeliminando.

Otro ejemplo de una voluntad autodestructiva fue el de una amiga que no encontraba su razón para vivir, y no era capaz de mantener una relación duradera de pareja, por lo cual se empezó a autodestruir, entrando en conflicto con todas sus amistades, hasta dejar de comer y beber, y muriendo de esta manera. Esto también fue un suicidio.

Siempre cuento lo que he vivido posteriormente a su muerte, porque me permitieron tomar contacto con ella en una experiencia psíquica, para tomar consciencia en dónde estaba y en qué estado. Sólo me permitieron hablar por teléfono con ella para no impresionarme más de lo debido. 

Y lo que escuché era una versión de ella que gritaba grotescamente, estaba llena de rabia y resentimiento, y estaba fuera de sí. Al despertarme le conté lo que había vivido a Shikry Gama y me dijo que los Guías me habían querido mostrar eso para que conozca cuál era la realidad de esa encarnación. Me dijo que era una vida perdida, pero que en sus próximas vidas tendría nuevamente una oportunidad de mejorar. 

Y ciertamente, a veces me encuentro con ella en mis sueños, ya no con la amiga de esta vida, porque ya no sale de ese estado mental en el que murió, sino que me veo con la amiga de una anterior vida.

Shikry Gama nos habla del Síndrome de la Autodestrucción. Y nos dice que muchas veces no somos conscientes que por la impotencia de no poder tomar control sobre nuestra vida podemos caer en “tenebrosas actitudes de desquite y de venganza, destruirnos a nosotros mismos como una forma de pseudo castigo para aquellas personas a quienes supuestamente queremos castigar y dañar.” 

La autodestrucción, nos dice Shikry Gama,  “se disfraza de multitud de actitudes” que “terminan por destruir no solamente la vida sino las obras y los sentimientos de quienes dan cabida en su ser a este síndrome”.

Para finalizar, comparto las palabras con las que Shikry Gama termina esta lucidación: 

“Meditemos hermanos, y pidamos, de manera especial, mucha luz y misericordia del Padre, para que ilumine a aquellos que son víctimas de este síndrome, porque en la ofuscación mental en la que viven, la oscuridad de sus resentimientos les impide ver lo que realmente están haciendo. Sufren alucinaciones vindicativas creyendo cosas diferentes a lo que realmente están haciendo”. 

“Y estos seres no solamente destruyen sus vidas, sino que destruyen la estabilidad emocional de los suyos, destruyen la espiritualidad, destruyen la fe, destruyen al mismo amor que tanto necesitamos todos los hombres”. 

Por eso debemos luchar siempre por la supervivencia, no debemos abandonarnos jamás, podemos morir luchando pero no nos dejemos morir por la inanición, el despecho, el resentimiento, o la venganza.”

Comentario por Hna. Nathalie

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