Los septriónicos hemos aprendido que en fechas como éstas, los humanos percibimos con mayor claridad las vibraciones Cósmicas con las que gobiernan nuestro universo. Los septriónicos nos identificamos con “esas vibraciones de la fertilidad que generan, transforman y renuevan la vida permanentemente y que estimulan en todos sus aspectos y diversidades la potencia de una vitalidad que eterniza todo la existencia.” (S.G.)
Los equinoccios constituyen un tránsito cosmológico que por potestad de Eón de Inteligencia Eterna, de la Omnipotente Trimurti y de la Omnisapiente Septimia se precipita una irradiación vivífica de igual potencial para cada uno de los hemisferios de nuestro planeta, propiciando la fecundidad y la fertilidad en todas las especies vivientes, con sus respectivos cambios climáticos, y estacionales. En este período cósmico, el vitalismo de la eterna dualidad universal transforma y renuevan nuestras existencias permanentemente.
Este fenómeno permite una “comunión directa con la esencia energética de Eón de Inteligencia Eterna” (S.G.), por lo tanto, son las ceremonias más importantes del año, más importante aún que las que hacemos para honrar a nuestros Guías, porque ellos son los servidores de Eón. En este sentido debemos entender que Shikry Gama nos dice que en estas fechas “El criterio cosmogónico está por encima del criterio religioso”(9/3/04), porque se trata de fenómenos de la naturaleza en la que debemos aprovechar la fecundidad divina para pedir por nuestras necesidades.
En el hemisferio Norte se da inicio a la Primavera que hace reverdecer y florecer tanto el reino vegetal como el ánimo de los humanos, mientras que en el hemisferio Sur, la vitalidad empieza a debilitarse y marchitarse. La vida es una permanente renovación entre el nacer, crecer y morir para volver a nacer y renacer permanentemente. Y tenemos que aprender a vivir cada etapa de nuestras vidas, por eso es importante esta ceremonia.
Desde sus inicios, la principal ceremonia se hacía el 21 de Septiembre para el equinoccio austral y el aniversario del Septrionismo, y con la llegada de la hermana Nathalie de Holanda, desde el 21 de marzo de 1992, Shikry Gama hizo la primera ceremonia de eofertilia boreal en la que celebraron el matrimonio septriónico de ellos y otras parejas septriónicas.